
Cómo cuidar tus prendas bordadas (y hacer que duren más que tu ex)
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Sabemos que amas tu prenda bordada porque dice lo que tú piensas. Así que si no quieres que termine desteñida, estirada o con las letras irreconocibles como tus mensajes de domingo en la madrugada... sigue leyendo.
1. Lávalas con cariño (y agua fría)
Evita agua caliente, ciclos agresivos y detergentes muy abrasivos. Lava tu prenda bordada al revés, con agua fría y a mano o en ciclo delicado.
2. Olvídate del suavizante
El suavizante puede dañar el hilo del bordado. Mejor un jabón neutro y buena vibra.
3. No las metas con todo el caos
Evita lavarlas con ropa que tenga cierres, velcros o cosas que puedan jalar el hilo. El bordado es fuerte, pero no es inmortal.
4. Secado al natural
Secadora = enemigo. Seca tus prendas bordadas extendidas y a la sombra. El sol directo puede desvanecer los colores.
5. ¿Planchado? Solo con protección
Plancha tu prenda del revés, con un trapo encima del bordado o con vapor suave. Nada directo sobre el hilo.
Si tu prenda tiene un bordado muy especial, trátala como una reliquia moderna. Guárdala bien doblada, en un lugar seco, y no la dejes olvidada en el coche.
En Hilo Negro bordamos para que dure, pero no la trates como si fuera una camiseta de Comex.
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