El lado emocional del bordado

El lado emocional del bordado

Hay algo en el bordado que no tienen las impresiones, ni las etiquetas, ni los estampados brillantes. Algo que no se borra fácil, que se queda ahí... como una cicatriz bonita.

Bordar es un gesto lento en un mundo rápido. Y eso ya dice mucho.

Una prenda bordada puede ser un regalo, sí. Pero también puede ser un recuerdo, una despedida, una declaración silenciosa o una frase que nos sostenía cuando todo lo demás se caía.

Hemos bordado nombres de mascotas que ya no están. Frases que salieron de una abuela. Apodos que nadie más entendería. Y palabras que alguien necesitaba tener cerca, aunque no lo dijera en voz alta.

Eso no es solo diseño, eso es emoción convertida en hilo. Y por eso, cada vez que bordamos algo personalizado, no lo tratamos como “un pedido más”.

Le damos el tiempo que merece y el respeto a lo que significa para quien lo pidió.

En Hilo Negro, creemos que el bordado es una forma de contar historias sin gritar y eso es poderoso. Porque algunas emociones no se dicen. Se bordan.

¿Tú que historia te bordarías en el pecho?

Visita nuestra sección de personalización en Hilo Negro Studio y haz de esa frase tu prenda más honesta.

Regresar al blog